Pleno verano. Calor sofocante. Ganas locas de encontrar refugio fresquito en algún lugar de la ciudad o del mundo. Con una atmósfera así, nos preguntábamos qué apetece leer y, como sobre gustos no hay nada escrito, esta semana os proponemos dos obras con pocos rasgos comunes, más allá de tratarse de dos libros que se ajustan a la mirada periférica que pretendemos compartir con vosotros. Uno de ellos es pura acidez lírica (“Madres, avisad a vuestras hijas”) y el otro una prosa veloz (“Gent normal”). Uno es una colección de relatos breves y corrosivos y el otro una novela que se lee casi del tirón.
Madres, avisad a vuestras hijas de Bonnie Jo Campbell (Dirty Works, 2021) es un puzzle de 16 relatos ambientados en un Míchigan postindustrial en que las relaciones entre madres e hijas se proyectan sobre un marco de trabajos mal remunerados, maltrato y miseria.
Son historias de mujeres que hacen todo lo posible para sobrevivir a las violaciones, a cargas familiares imposibles, a la injusticia de un mundo donde el amor no está al alcance del que no tiene contrato ni seguro médico, a los trabajos precarios, a las necesidades más esenciales, a la falta de empatía, a las relaciones tortuosas y a un mundo que no las comprende. Sobreviven porque son poderosas y tienen un motor interno que las lleva a tirar con todo “palante”. Las protagonistas de estos relatos han pasado mil pruebas y han salido airosas de muy pocas, pero Campbell no permite que el fatalismo las paralice y su mirada no es producto de una lírica bobalicona. Es más, las dibuja de un modo nada habitual en los relatos “working class”: son mujeres estresadas y machacadas, pero que tienen deseos y son seres sexuales sin importar la edad, son mujeres deseantes.
Las leeemos curtidas y poniendo al mal tiempo buena cara; vemos cómo aprietan las mandíbulas para afrontar la vida. Son madres que aparcan sus sueños, crían a sus hijos y alimentan a sus parejas y advierten: “Madres, avisad a vuestras hijas”. Avisadlas de que esto es muy chungo, pero que se puede salir adelante y, de tanto en tanto, incluso disfrutar de algún placer.
La segunda propuesta es Gent normal de Sally Rooney (Edicions del Periscopi, 2019), en castellano Gente normal (Literatura Random House, 2019). Una novela de amor y desamor en una Irlanda actual, una historia de encuentros y desencuentros entre Marianne y Connell. Desde el instituto a la vida de jóvenes adultos, los dos protagonistas se acercan y se separan creando momentos de comunión y episodios de incomunicación. El relato es ágil y los personajes crecen y van cambiando. Arranca la novela con un Connell “popu” en la Secundaria, hijo de Lorraine, la trabajadora que limpia en casa de Marianne, la pijita incomprendida. La trama los lleva a Dublín ya como estudiantes universitarios, donde los roles se intercambian: Marianne pasa a tener un gran éxito social mientras que él queda en la sombra. El camino que tomará cada uno se articula, no solo por la manera de ser de cada uno, sino por sus orígenes, su situación económica y cultural. Las perspectivas de futuro son también producto de lo que les ha venido dado y la idea de desarrollo personal y social lastra de manera distinta las vidas de Marianne y Connell, que no acaban alejándose demasiado el uno del otro.
Dicen de Sally Rooney que ha sabido plasmar como nadie las emociones de los “millennial”, quizá es eso lo que hace que no puedas dejar el libro. Lo que es seguro es que tiene magia para hacer que los personajes evolucionen y se enriquezcan o se empequeñezcan y para que al leer su novela fluyan los sentimientos y emociones a pesar de que a los protagonistas les cueste tanto comunicarse.
Y si prefieres ver la serie, entra en Filmaffinity y busca “Normal People”.
Confiamos en haberos despertado la curiosidad por estas dos autoras y os deseamos nutritivas lecturas
Si crees que cualquiera de estos libros podría acompañarte este verano, puedes encontrarlos en Espai Llavors o en la Llibreria Perutxo.
